365 días después los vecinos de Angrois, zona del siniestro, recuerdan a todos las madres, padres, hijos, abuelos, nietos y sobrinos que ese día fallecieron y a los cerca de 100 heridos de aquella catástrofe. Algunas fuentes aseguran que el tren circulaba a 180 kilómetros por hora, cuando el límite en ese tramo es de ochenta, cien más de lo permitido, aunque en la recta previa pueden alcanzarse 250 kilómetros.
Los vecinos de Angrois, zona donde tuvo lugar el accidente, fueron los primeros que acudieron a ayudar a las víctimas. Durante dos días se van a llevar a cabo homenajes. Sin embargo, existe división, por un lado, la plataforma de Víctimas del Alvia afirma que la entrega de medallas prevista es un insulto. El otro colectivo, la asociación de Afectados por el Accidente Ferroviario, considera que el acto supone un reconocimiento del pueblo gallego. Ambos piden responsabilidades políticas por el fallo de los sistemas de seguridad del tren.
"No queremos que instrumentalicen el dolor los mismos que se niegan a hacer una comisión de investigación y no colaboran para que se sepa la verdad y se depuren responsabilidades de todo tipo" manifestaba el primer grupo.
Ayer se celebró un homenaje a las 20:40, justo a la hora que el tren pasó por esa zona del siniestro, se guardaron 2 minutos de silencio en honor a las víctimas y se depositaron una corona con 80 rosas blancas, una por cada fallecido el pasado 24 de Julio del 2013.
Además, el maquinista ha enviado recientemente una carta a las víctimas transmitiéndoles su dolor y pidiendo perdón. Se le imputan 79 delitos de homicidio. "Un año después siento la necesidad de decirles públicamente lo que cada día desde aquel 24 de julio digo en soledad, destrozado por las consecuencias del accidente" transmitía el maquinista.
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